Bien obediente y mamona es esta cajera de Ripley
Lo malo es que esa cara de asada no se le quitaba por nada, pero estaba bien arrecha, apenas salimos de chambear nos fuimos a un telo por ahí nomás cerca de Plaza Norte, ya me la había chapado y se dejó manosear el culo, ella tampoco se quedaba atrás porque me agarraba la pinga y el culo, era necesario encontrar un lugar más caleta y por eso fuimos corriendo al telo, cuando la vi calatita se me paró y le dije «chupa amor», al toque ella sin quitar su carita de seriedad me hizo un buen mameluco, en serio que rico lo hace moviendo la lengua y todo, no le vendría mal si se moviera más pero qué buen culito, luego de eso me dijo que había que repetir.